Hay más probabilidades de que saques 16 veces seguidas cara o cruz lanzando una moneda (una entre 65.536) que de que te toque el Gordo de la Lotería (una entre 100.000). Entonces, ¿por qué compras un billete cada año por estas fechas? Aventuro una hipótesis: porque la ilusión de que te toque, o sea, la esperanza de poder hacer cosas en tu vida que ahora no puedes, es más potente que la razón.
Aplica esto al día a día: acaso hagas muchas cosas basándote más en las impresiones del hemisferio derecho de tu cerebro (el emocional, el soñador, el artista) que en las del hemisferio izquierdo (el racional, el calculador, el científico). Piensa por ejemplo en cuántas compras realizas basándote en tus emociones y cuántas tras discernir lo que realmente necesitas tras ponderar el gasto según tu presupuesto. Al poner en marcha un proceso de coaching, el cliente manifiesta su deseo de alcanzar algún objetivo que analizamos, por lo general en la primera sesión del proceso, tanto desde el punto de vista emocional como desde el racional, a fin de que lo acote al máximo y valore sus posibilidades reales de alcanzarlo.
Es raro encontrar al racional puro: lo habitual es que sean personas cuyos objetivos estén fuertemente vinculados a valores humanos tales como las relaciones interpersonales o el deseo de autorrealización. Acaso la verdadera lotería de tu vida no esté dando vueltas en un bombo sino en ti, en tomar conciencia de qué es lo que quieres realmente, en qué punto te encuentras ahora mismo de conseguirlo y en tener claro cuáles son las acciones que has de poner en marcha para llegar a tu estado deseado. Compártelo con tu coach: a su lado llegarás antes y aún más lejos.
Hay más probabilidades de que saques 16 veces seguidas cara o cruz lanzando una moneda (una entre 65.536) que de que te toque el Gordo de la Lotería (una entre 100.000). Entonces, ¿por qué compras un billete cada año por estas fechas? Aventuro una hipótesis: porque la ilusión de que te toque, o sea, la esperanza de poder hacer cosas en tu vida que ahora no puedes, es más potente que la razón. Aplica esto al día a día: acaso hagas muchas cosas basándote más en las impresiones del hemisferio derecho de tu cerebro (el emocional, el soñador, el artista) que en las del hemisferio izquierdo (el racional, el calculador, el científico). Piensa por ejemplo en cuántas compras realizas basándote en tus emociones y cuántas tras discernir lo que realmente necesitas tras ponderar el gasto según tu presupuesto. Al poner en marcha un proceso de coaching, el cliente manifiesta su deseo de alcanzar algún objetivo que analizamos, por lo general en la primera sesión del proceso, tanto desde el punto de vista emocional como desde el racional, a fin de que lo acote al máximo y valore sus posibilidades reales de alcanzarlo. Es raro encontrar al racional puro: lo habitual es que sean personas cuyos objetivos estén fuertemente vinculados a valores humanos tales como las relaciones interpersonales o el deseo de autorrealización. Acaso la verdadera lotería de tu vida no esté dando vueltas en un bombo sino en ti, en tomar conciencia de qué es lo que quieres realmente, en qué punto te encuentras ahora mismo de conseguirlo y en tener claro cuáles son las acciones que has de poner en marcha para llegar a tu estado deseado. Compártelo con tu coach: a su lado llegarás antes y aún más lejos.